Bueno, son distintos puntos de vista, claro está. Yo veo bonito el hecho de que una vez al año haya un día para regalar y compartir. Por lo general, al menos en mi caso, quizás hay uno o dos regalos que los compro por "obligación", pero los otros me gusta currármelos y me pone contenta regalar.
En cuanto a la comida, sí es cierto que hay exceso, pero lo veo como una vez al año donde comes lo mejor de cada casa (mis padres, por ejemplo, buscan recetas nuevas y pruebo cosas que en un día ordinario no probaría).